Estudio de impacto acústico en un parque eólico

Estudio de impacto acústico en un parque eólico

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico define la contaminación acústica como la presencia en el ambiente de ruidos o vibraciones, con independencia del emisor acústico que los origina, que impliquen una molestia, riesgo o daño para el bienestar y la salud de las personas, para el desarrollo de sus actividades, para los bienes de cualquier naturaleza o que causen efectos significativos sobre el medio ambiente.

Los aerogeneradores de un parque eólico, emiten un ruido cuyas características vienen determinadas por su potencia acústica. Esta potencia varía en función de la velocidad del viento. Cuando las turbinas están paradas tenemos el ruido de posicionamiento, que se produce aleatoriamente cuando la veleta detecta un cambio en la dirección del viento. Además, aunque el aerogenerador esté parado, el viento provoca un movimiento en las palas que emite un pequeño ruido aerodinámico.

Ambos ruidos quedan enmascarados y son imperceptibles cuando los aerogeneradores están en funcionamiento. En esta fase surge la aparición del ruido de turbina por el funcionamiento de la misma, así como ruido aerodinámico causado por el movimiento de las palas. Se trata de un ruido periódico de baja frecuencia que se produce cada vez que una de las palas pasa por delante de la torre. Este tipo de emisión acústica es la más relevante a la hora de determinar la contaminación acústica producida.

En Sertogal, para determinar la generación de ruido que producirían los aerogeneradores de un parque eólico nos apoyamos en software especializado como WindPro, en concreto su módulo específico “Decibel”. En él, se incorporan los datos necesarios para la realización de la modelización, incluyendo ruido ambiental en función de la velocidad del viento, modelo de aerogenerador empleado, etc.

Para una correcta evaluación de los potenciales impactos sobre la población, se seleccionan los núcleos de población y/o edificaciones en un radio inferior a los 2 km con respecto a las infraestructuras proyectadas.

Con los datos obtenidos en el proceso se obtienen una serie de mapas en los cuales se muestran los niveles de ruido esperados en el territorio para las diferentes velocidades de viento existentes en cada momento. De igual manera, se calculan numéricamente los datos para cada uno de los núcleos potenciales receptores del impacto acústico.

Por un lado, esto nos permite interpretar si en las localidades próximas se prevé un incremento de ruido con respecto al ruido ambiental base que habría en caso de no existir ruidos externos. Por otro lado, los valores calculados se pueden comparar con los parámetros recogidos en la legislación vigente en lo referente a los objetivos de calidad acústica para ruido aplicables a áreas urbanizadas existentes.

En conclusión, el Estudio de Impacto Acústico constituye un pilar fundamental a la hora de analizar el potencial impacto de un parque eólico, ya que permite determinar si los niveles de ruido producido como consecuencia de la actividad de los aerogeneradores pueden suponer una afección sobre las poblaciones cercanas. Además, permite anticiparse al diseño y ubicación de las turbinas y, en caso de ser necesario, facilita la toma de decisiones a la hora de adoptar medidas preventivas y/o correctoras encaminadas a mitigar los potenciales impactos acústicos.